Ciudad del Vaticano (AICA): En la tarde de ayer, martes 6 de agosto, el
santo padre Francisco se trasladó hasta las Grutas Vaticanas, bajo la
basílica de San Pedro, para recogerse en oración frente a la tumba de
Pablo VI, en el 35º aniversario de su muerte. El papa después se
encontró en la plaza frente a la Casa Santa Marta con un grupo de
jóvenes de la diócesis de Brescia, en peregrinaje vocacional, llegados a
Roma desde Poggio Bustone, en la provincia de Rieti, después de haber
caminado a pie una semana siguiendo la vía Francigena, para conmemorar
el aniversario de la desaparición de papa Montini, su conciudadano.
En la tarde de ayer, martes 6 de agosto, el santo padre Francisco se
trasladó hasta las Grutas Vaticanas, bajo la basílica de San Pedro, para
recogerse en oración frente a la tumba de Pablo VI, en el 35º
aniversario de su muerte. El papa después se encontró en la plaza frente
a la Casa Santa Marta con un grupo de jóvenes de la diócesis de
Brescia, en peregrinaje vocacional, llegados a Roma desde Poggio
Bustone, en la provincia de Rieti, después de haber caminado a pie una
semana siguiendo la vía Francigena, para conmemorar el aniversario de la
desaparición de papa Montini, su conciudadano.
Guiando al grupo de jóvenes estaba don Alessandro Tuccinardi,
responsable de la Oficina de espiritualidad y vocaciones de la diócesis
de Brescia. En una entrevista a Radio Vaticana, don Alessandro cuenta
que el encuentro con el papa fue algo "inesperado". "Hacía tiempo que
pedíamos poder encontrarlo, teníamos la posibilidad de participar en una
audiencia pero después se suspendió. Entonces, hemos pedido a la
providencia ayudarnos a través de medios muy sencillos y comunes. El
papa lo supo y quiso encontrarnos", relató el padre Alessandro.
“Los jóvenes –agregó el sacerdote- le regalaron al Papa un salero porque
él mismo nos recordó que la renovación de la Iglesia sale de los
jóvenes que deben poner sal, deben poner esperanza y amor en la vida de
cada día".
Sobre las palabras que les dirigió el Papa, el padre Tuccinardi dijo que
fueron sobre todo palabras de "ánimo": "De vivir la vida no como un
juego, porque si la vivimos con un juego la vida es triste; sino vivirla
de una forma plena y seria, porque es esta vida que nos da felicidad".
También invitó a los jóvenes a ser responsables”.
Finalmente el Pontífice bendijo a todos y “encontró una palabra justa para cada uno”, concluyó el padre Alessandro.+
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